jueves, 18 de marzo de 2021

ONDAS DE ENERGÍA Y FELICIDAD.
A diferencia de la mayoría de veces, hoy me motiva a escribir aquí la buena energía y la felicidad. Es atópico que diga esto, pues mis escritos tienen más quejas, negatividad y drama que sentimientos positivos y constructivos. Por ahí dicen que lo malo y negativo lo guardamos y nos recreamos en ello, mientras que lo bonito y feliz lo exprimimos tanto en el momento que lo sentimos que se nos escurre entre los dedos pronto. No desperdiciamos ni una pizca para contar a otros, simplemente lo vivimos. En realidad, no lo dicen por ahí, lo digo yo aquí y ahora, que es lo que pienso. Y no me parece esto mal del todo, pero es cierto que siempre es triste en general lo que me hace escribir, así que hoy hay un giro de tuerca, que no está mal el cambio de vez en cuando.
Aunque la pereza me inunda en un día como hoy, cosa que no es rara en mí, - los que me conozcan sabrán que me gusta más dormir que a un perezoso, - siento la buena energía rodeándome. Cuando he abierto los ojos esta mañana he pensado que llovía, que sería un día gris, aunque no seré yo la que se queje de los días de lluvia, porque adoro el olor a tierra mojada. Pero muy para mi sorpresa, hacía un sol radiante cuando he abierto la persiana. He necesitado media hora para despertarme del todo y un capuchino de caramelo bien caliente, para llegar a este momento. Momento en el que he sentido que tenía que plasmar mis sentimientos positivos, aunque sea para recordarlos en otro momento en que mis sentimientos bonitos no reluzcan tanto. Ni siquiera estoy siguiendo una línea al escribir. No he vuelto ni una sola vez a leer el texto escrito antes de seguir, porque hoy me da igual. Hoy todo es en bruto, en original, un total del momento sin recortes.
Miro a mi alrededor y me gusta la energía que percibo porque la lista de reproducción que he escogido va acorde a como me siento. Novedosa, con ritmo y bailonga, como yo suelo decir, aunque el término me lo haya inventado. Hace un día bonito y aunque posiblemente no vaya a salir de casa en todo el día, la energía que entra por la ventana me hace sentir bien.
Hablaba también de felicidad al comienzo de esta bocanada de emociones. La felicidad la sentí anoche cuando una amiga de la adolescencia me recordó un momento especial que al parecer tuve con ella y que ni siquiera ya recordaba. Años se habían interpuesto entre nosotras, cada una con su vida y sin contactar con la otra. Sin embargo, saber que ella me recordaba con ese momento especial, me hizo feliz. Es difícil encontrar la felicidad en pequeñas cosas cada día, por eso, que alguien aparezca de pronto para aportarte un brote de felicidad, es lo que más agradezco del mundo. Ese elefante amuleto se lo di porque a mí ya me había dado suerte y quería que se la diera también a ella, pero anoche volvió a darme suerte a mí después de tantos años, al hacerme recordar sentimientos bonitos que viví hace tiempo. Pensaba el otro día que el ser humano mayormente vive de recuerdos más que de presente. A mí me hace feliz recordar. Siempre trato de retener en el presente las situaciones que me hacen sentir bien, porque sé que en tiempo futuro me ayudará a recordar y la felicidad la sentiré en ese momento. Es curioso que algunos momentos se vuelvan más especiales en un recuerdo posterior que al vivirlos en el propio presente.
Me he propuesto escribir más bonito. Dejar guardadas las palabras que reflejen momentos, recuerdos, o vivencias que me han hecho feliz. Escribir para desahogarse está bien, pero también te ahoga leerlo al tiempo un poco. La infelicidad no nos cuesta plasmarla, pero, ¿quién es el o la valiente que habla de ser feliz y de energía, sintiéndolo de verdad? Hoy esa he sido yo, la chica valiente que habla de que ha sido feliz y me siento orgullosa. Pasitos adelante y para atrás ni para coger impulso.

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