lunes, 5 de diciembre de 2016

DESHUMANIZACIÓN
Igual no sea justo que de golpe y porrazo venga a quejarme justamente aquí que quien me tiene que oír no me oye. Aquí que quienes tienen que darse por aludidos no se van a dar nunca. No va a solucionar mi vida que entre aquí pero al menos me quedo algo más liberada.
Me cansa, me cansa ya que todo el mundo parezca ser más inteligente y más vivo que yo. Que todos me tomen a mí como la tonta a la que poder mover como una marioneta. 
Y menciono a todos, desde el capullo/a que se dignó a robarme el móvil el otro día, pasando por mi jefe que me contó la verdad sobre el contrato a medias y terminando con la gente que te busca nada más que para cuando les conviene o tienen un problema. Esas que dicen llamarse "amigas", que no se amigas de quién, porque desde luego, mías no. Eso lo tengo claro.
No entiendo, ni voy a entender nunca como la gente tiene la enorme jeta que presenta. ¿Dónde está la vergüenza? ¿Dónde meten la empatía? 
La humanidad me tiene harta, desde el teleoperador que te trata mal por teléfono contestando de forma seca, hasta la gente que te mira raro por la calle. Es que ya ni caminar tranquila dando un paseo se puede. No se puede porque se dignan a quitarte lo que quizás de más valor material tienes. Porque no es que me caracterizen mi cantidad de cosas caras o de valor material. Apenas una chaqueta que fue un regalo y un móvil con "esconchones" y con unos cuantos contactos que ni de ti se acuerdan ya.


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