23 de Septiembre de 2016
Hoy, un mes después de verte por primera vez. Un mes más tarde de disfrutar contigo de una noche única.
Un día repleto de esperas, nervios, calor, música, emociones, lágrimas, risas y mil sensaciones más que si siguiera enumerando terminarían por ocupar esta página completa.
Ya me imaginaba que sentiría todo eso que vino a mi estómago en el momento que apareciste, pero sentirlo lo llevó a algo mucho más allá. Más puro, más único si cabe.
Esa noche el "caos" invadió a las miles de personas que llevábamos horas esperándote fuera de ese recinto. Esas personas que a pesar de no conocernos de nada compartíamos tanto. Esa pasión por tu música, por todo lo que das de ti en cada actuación.
¡Y qué pedazo de directo te hiciste!
Y que profesional estás hecha que a pesar de no poder estar al 100%, lo estuviste.
Siempre recordaré el momento en que no pude despegarme de ti. Desde niña oyéndote cantar en los discos de mi madre y sabiendo tus canciones y aun no había despertado.
Pero entonces llegaste con un "Sí" en un momento que todo me parecía "NO" y me ayudaste. Sin querer y darte cuenta hiciste más con tu música que muchos con sus palabras.
Primero vino un "sí", luego una explicación de mi propio "ángel caído", su consiguiente "desaparecer" y cuando me encuentro de nuevo me llevas a un "caos" que me dice "yo quiero, yo puedo" y con todo eso cómo no terminar "rozando el cielo, encadenada a ti".
Hoy, un mes después aun veo vídeos de esa noche y puedo volver atrás y vivir todas esas emociones que nos regalaste a todos.
Hoy, sigo siendo fan de ti. Hoy y para siempre.
Sonido blanco es ese momento en el tiempo, ese espacio o lugar en el que solo eres tú mismo. Nada de lo que te rodea interfiere en ti. Solo estás tú.
sábado, 22 de octubre de 2016
domingo, 9 de octubre de 2016
Sujeto/Objeto
A 9 de Octubre de 2016. Siglo XXI. Era de lo moderno, las tecnologías y los avances continuos en diversos campos.
Y resulta que aún es fácil encontrarse con personas repugnantes que tratan de objetivar a las personas. Por concretar, a las mujeres.
Está claro el hecho de que aún haya una gran diferencia entre el coste de la entrada de una discoteca para chicos frente al coste gratuito de la entrada para chicas.
¿Que por qué esta discriminación positiva hacia la mujer? Porque somos la diversión de los clientes que esos empresarios de locales nocturnos buscan, los chicos.
Se habla y se tacha a la prostitución de denigrante, de sucio, de algo que es un claro tabú para esta sociedad; pero no vemos que están prostituyendo nuestra dignidad como personas.
Nadie debería sentirse objetivado. Ni chico, ni chica.
Porque ni es justo que ellos paguen tanto por una entrada frente a nuestra gratuidad, ni tampoco es justo que se nos trate de objetos de distracción ni como cebos.
Como si de comida se tratara.
Hoy día te pones a buscar trabajo y debido a como está la situación económica del país, lo más fácil es encontrar algo en un bar de copas, pero da la "graciosa" casualidad que antes de preguntar por tu responsabilidad ante el cargo, te pregunten que físico tienes. Y no hablan de presencia, hablan de curvas. Que se os ven las intenciones "súper empresarios".
Tantos golpes en el pecho de lo empresarios que sois y muy poca educación adquirida en vuestra larga vida.
A 9 de Octubre de 2016. Siglo XXI. Era de lo moderno, las tecnologías y los avances continuos en diversos campos.
Y resulta que aún es fácil encontrarse con personas repugnantes que tratan de objetivar a las personas. Por concretar, a las mujeres.
Está claro el hecho de que aún haya una gran diferencia entre el coste de la entrada de una discoteca para chicos frente al coste gratuito de la entrada para chicas.
¿Que por qué esta discriminación positiva hacia la mujer? Porque somos la diversión de los clientes que esos empresarios de locales nocturnos buscan, los chicos.
Se habla y se tacha a la prostitución de denigrante, de sucio, de algo que es un claro tabú para esta sociedad; pero no vemos que están prostituyendo nuestra dignidad como personas.
Nadie debería sentirse objetivado. Ni chico, ni chica.
Porque ni es justo que ellos paguen tanto por una entrada frente a nuestra gratuidad, ni tampoco es justo que se nos trate de objetos de distracción ni como cebos.
Como si de comida se tratara.
Hoy día te pones a buscar trabajo y debido a como está la situación económica del país, lo más fácil es encontrar algo en un bar de copas, pero da la "graciosa" casualidad que antes de preguntar por tu responsabilidad ante el cargo, te pregunten que físico tienes. Y no hablan de presencia, hablan de curvas. Que se os ven las intenciones "súper empresarios".
Tantos golpes en el pecho de lo empresarios que sois y muy poca educación adquirida en vuestra larga vida.
sábado, 1 de octubre de 2016
Dinamita
Me encuentro ahora mismo en una situación de ahogamiento absoluto. Y lo mejor y más gracioso es que no es provocada por mí. Es la gente que me rodea (no todos, pero si muchos más de los que deberían) que esta provocando que termine por explotar y mandar a más de uno a la mierda como llevo aguantándome hacer ya demasiado tiempo.
Me recuerda mi vida ahora mismo a esa escena de la pelicula "Spirit, el caballo indomable" en la que los humanos lo capturan y lo mantienen sujeto con sogas al cuello para que no pueda escapar de ninguna de las maneras. Y sí, ahora mismo yo estoy en la misma situación que ese caballo. Todo el mundo tira de mí, cada vez tensan más la cuerda y por nada del mundo aflojan.
ME NIEGO a sentirme culpable por querer hacer las cosas a mi manera y no como se supone que deben ser o como los demás harían.
Soy una persona que deja vivir, que no se mete en la vida de nadie ni que opina por nadie. Así que, de igual modo, que hagan eso conmigo.
Si fallo en mis decisiones será responsabilidad MÍA y solamente mía. Y me dan igual los "deberías haber..." y los "te lo dije". Equivocarse también es aprender y rectificar es de sabios. Creo que ambas opciones las cumplo y con creces, así que acepto consejos pero no órdenes ni etiquetas. Nada que sea acordado por la sociedad como "es lo correcto", porque paso ya de todo y de todos. Si en mi mano estuviera y de mi saliera pensar únicamente en mí cada una de las veces en todas las situaciones complicadas de mi vida, aseguro que esa complicación desaparecería. Y realmente es lo que debería hacer, pero después de todo tampoco es que me guste ir por ahí haciendo daño a nadie. Aunque más de una vez ese daño por masoquista me lo haya llevado yo.
Llega ya el punto en que empiezas a odiar todo lo que te rodea y solo quieres limitarte a dormir y dormir. No ver a nadie, no dar explicaciones a nadie.
Y es que como dijo en su momento Hugo Finkelstein: "Todos hablan de libertad, pero ven a alguien libre y se espantan".
Me encuentro ahora mismo en una situación de ahogamiento absoluto. Y lo mejor y más gracioso es que no es provocada por mí. Es la gente que me rodea (no todos, pero si muchos más de los que deberían) que esta provocando que termine por explotar y mandar a más de uno a la mierda como llevo aguantándome hacer ya demasiado tiempo.
Me recuerda mi vida ahora mismo a esa escena de la pelicula "Spirit, el caballo indomable" en la que los humanos lo capturan y lo mantienen sujeto con sogas al cuello para que no pueda escapar de ninguna de las maneras. Y sí, ahora mismo yo estoy en la misma situación que ese caballo. Todo el mundo tira de mí, cada vez tensan más la cuerda y por nada del mundo aflojan.
ME NIEGO a sentirme culpable por querer hacer las cosas a mi manera y no como se supone que deben ser o como los demás harían.
Soy una persona que deja vivir, que no se mete en la vida de nadie ni que opina por nadie. Así que, de igual modo, que hagan eso conmigo.
Si fallo en mis decisiones será responsabilidad MÍA y solamente mía. Y me dan igual los "deberías haber..." y los "te lo dije". Equivocarse también es aprender y rectificar es de sabios. Creo que ambas opciones las cumplo y con creces, así que acepto consejos pero no órdenes ni etiquetas. Nada que sea acordado por la sociedad como "es lo correcto", porque paso ya de todo y de todos. Si en mi mano estuviera y de mi saliera pensar únicamente en mí cada una de las veces en todas las situaciones complicadas de mi vida, aseguro que esa complicación desaparecería. Y realmente es lo que debería hacer, pero después de todo tampoco es que me guste ir por ahí haciendo daño a nadie. Aunque más de una vez ese daño por masoquista me lo haya llevado yo.
Llega ya el punto en que empiezas a odiar todo lo que te rodea y solo quieres limitarte a dormir y dormir. No ver a nadie, no dar explicaciones a nadie.
Y es que como dijo en su momento Hugo Finkelstein: "Todos hablan de libertad, pero ven a alguien libre y se espantan".
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