domingo, 10 de julio de 2016

RESPIRAR
Veo como caen de mi piel
Trocitos descamados
Por la ausencia de tu humedad
Mi cuerpo deshidratado
Cae la piel rota
Dejando al descubierto la otra
Con más brillo que la que cae
Porque algo está alimentando
Mi piel en silencio grita
Sácame de aquí
Mi piel en silencio grita
Oxígeno para respirar
Respirar de esta falta de ti
Respirar de esta ausencia de mí
Respirar para sentir mejor
Respirar para aliviar el dolor
Respirar
Respirar
Respirar
Respirar
Respirar
Respirar
Hoy necesitaría la invasión de mi espacio personal
Pero no
Hoy no lo habrá
No habrá abrazos, no habrá tu abrazo
Hoy no lo habrá
El dolor por momento se hace casi insoportable
Pero lo que no te mata te hace implacable
Cada uno en su universo siente su dolor como algo inmenso
El amor nos da la vida
Y su ausencia nos mata un poco cada día
Mi piel en silencio grita
Sácame de aquí
Mi piel en silencio grita
Oxígeno para respirar
Respirar de esta falta de ti
Respirar de esta ausencia de mí
Respirar para sentir mejor
Respirar para aliviar el dolor
Respirar para sentir que estoy viva
Y puedo respirar sin ti
Respirar
Respirar
Respirar
Respirar
Respirar
Respirar
Necesitaba compartirla porque no puede expresar más y mejor..
Esta vez la lluvia es dentro de mí.
Dudo en si basarme en una película para arreglar mi situación en el mundo real. Para romper el bucle en el que ando metida.
"Salvando las distancias" ha sido lo que precisamente me ha hecho replantearme si ser fiel a su guion o si seguir pensando que en la vida real las cosas así no pasan. Pero está tan basada en mi historia... Tanto que no he dejado de verme reflejada en esa periodista que tiene que elegir entre ella o él. O en ese apasionado de la música que se encuentra en la misma situación que ella.
¿Y si separados un tiempo conseguimos más? Sin oprimirnos, nis anularnos como llevamos haciendo ya demasiado tiempo, y no precisamente sin darnos cuenta. Porque conscientes somos, y mucho.
Qué irónico suena.. Estar separados. Como si nuestro día a día no se basara en eso ya.
Toda situación ilógica tiene su límite, incluso en las películas, y hoy he sabido darme cuenta.
Mentiría si dijera que no siento miedo. Pánico. A hacerme daño, a hacerle daño. A actuar y equivocarme una vez más. A no poder recuperar lo poco que ahora tenemos.
Pero sí es cierto que algo hay que hacer. Y hay que hacerlo ya. Mas bien, algo tengo que hacer porque parezco ser la que tiene que tomar la decisión. Me siento ante el hecho de tener que decidir sola. Tomar o dejar algo que dos estamos viviendo. Como si de mi únicamente dependiera el fracaso o la victoria. Y tampoco es justo. El miedo es mutuo y la valentía debe ser mutua también. Porque después de todo, si esto no es de dos en todos lo sentidos, ¿qué hacemos calentándonos tanto la cabeza juntos?


jueves, 7 de julio de 2016

PLUVIOFILIA: Amor por la lluvia

Muchos dirán que odian la lluvia, que es pegajosa, que te estropea el peinado o el alisado del pelo, que te encrespa y te agobia, que te empapa completamente. Muchos temen a los truenos y los relámpagos. Y otros tantos ven el gris de los días de lluvia demasiado tristes como para salir de casa y disfrutarlos.

A mí la lluvia me purifica. A mí me da ese momento que necesito para sacar la respuesta que tantos días llevo buscando. La lluvia me empapa, me encrespa el pelo y me mancha los zapatos de barro, pero me hace ver que igual ese día me he basado demasiado en mi apariencia, en mi exterior, y que me he detenido muy poco en mirar a mi interior.Estamos tan centrados en que pintas llevamos que olvidamos que igual llevamos el ánimo cogido con pinzas de la ropa en un día de mucho levante.


No hay nada como un día de pleno verano con menos calor, más nubes y el olor a tierra mojada. Ese olor que te prevé la lluvia. Yo en días así ya me levanto diferente. Mi chip mental cambia automáticamente y me hace reflexionar sobre completamente todo. Me ayuda a ver las cosas con perspectiva. Elimina ese bloqueo provocado por demasiados días de calor, de sol y de pegajosidad. ¡El sol sí que es pegajoso! La lluvia cesa, el calor del sol es permanente, al menos si vives en la sartén de España como es mi caso.

Para mí la lluvia no es inconveniente, al igual que el negro es elegante y no triste. El café no es demasiado amargo y el chocolate líquido empalaga demasiado.La lluvia no te despeina, la lluvia te enseña a que despeinada estás mejor, más guapa y menos encrespada, natural. Del mismo modo que tu personalidad no la definen tu color de pelo, de ojos o la ropa que has tenido ganas de ponerte ese día.


La lluvia es semáforo en rojo que te frena cuando vas en picado a caer en algo que no debes. Cuando te centras demasiado en algo que no merece mucho de tu tiempo.