El auge de la hipocresía
Hoy me
surge venir a comentar aquí un hecho público. Un escándalo para lo sociedad que
anda como loca con críticas por aquí y por allá.
Polémica
social con la llamada Laura Escanes y conocida públicamente como “novia de
Risto Mejide”.
No he
podido dejar pasar el tema, pues me lleva persiguiendo sin yo querer hacerle
caso, algunas semanas.
Quien no
conoce a esta chica aun, que no desespere, lo hará. Y seguramente no por sus
acciones, méritos o idas y venidas; sino por las críticas a las que lleva
estando sometida desde que empezó su relación con el conocido publicista y
crítico.
Resulta que
esta sociedad de la que somos participes, no acepta que una chica de 19 años
esté saliendo con alguien que duplica su edad. ¡Esto resulta ser algo
espantoso! Porque, y cito: “Ella se aprovecha de su dinero. Ella quiere fama.
Ella es una cría y él se quiere aprovechar de ella que es un viejo.” Y pongo un
enoooorme ETC. a continuación porque los comentarios que se han hecho en nombre
de la pareja pueden ser infinitos.
Esa misma
sociedad que no se corta un pelo en decir todas estas burradas a cerca de estas
personas, que no se cortaron en hablar de las que vinieron antes y que estoy
segura no lo harán de las que vengan en un futuro; es la misma sociedad que se
proclama en avance, en progreso, una sociedad del siglo XXI que tanto nos gusta
llamarle, haciendo comparación con las sociedades antiguas de siglos pasados.
¿Pero no es
esto una clara mentira? ¿No es esto mismo a lo que podríamos llamar sin
tapujos, “una sociedad cotilla y maleducada”? Porque a mí no me cabe duda de
que lo es.
Y es cierto
que los personajes públicos se prestan a una vida pública inventada. A que se
cree bulos sobre ellos. Que cada persona puede dar su opinión cuando, como y
donde quiera. Que somos libres para todo, pero no somos libres para privar la
libertad de otros. ¿Qué hipócritas no? Queremos poder decir lo que nos plazca
pero no nos damos cuenta de que hablando sin saber, opinando sin respeto ni
educación y haciendo juicios sobre la vida de otras personas; las privamos de
libertad a ellas.
Y me parece
genial que esta chica quiera aprovechar lo que su pareja pueda aportarle para
poderse abrir camino en el mundo y crear su propio espacio personal público.
Encontrar un oficio y llevar su vida. Porque ya habrán ajustado cuentas entre
ellos de lo que cada cual puede aportar a la relación y a la otra persona. No
nos vamos a meter también en si hacen la compra de la semana a medias o siempre
es uno el que paga.
Porque al
fin y al cabo, ¿qué más da el coche que lleva aquel futbolista o donde va de
compras aquella cantante?
Eso ni te
aporta ni te quita nada a ti personalmente. Eso ni te hace feliz ni te da
tristeza. Eso no te va a dar de comer, como dirían nuestros abuelos.
No seamos
dependientes de “la salsa rosa”, no nos dejemos engañar por aquello que nos
atonta y nos impide pensar en lo verdaderamente importante. No dediquemos tanto
tiempo a la vida de los demás y pensemos más que a lo mejor no tenemos idea de
arte, de gastronomía, de lugares del mundo. Dedica tiempo a tu cultura, a ti,
que eso es lo que te va a ayudar sea más o menos.
En cambio,
aunque opino todo esto sí que debo hacer crítica de cierta actitud de Risto. Hace
unos días publicó en una red social como Laura firmaba su primer contrato con
una editorial. En dicha publicación introducía un fragmento del libro a
publicar por ella y alababa el “enorme” esfuerzo que la chica había hecho para
conseguir firmar ese contrato.
Seamos
realistas. Siendo él publicista y estando metido en ese mundillo público. ¿Cuánto
cuesta que te publiquen un libro? ¿Cuánto nivel de talento te exigen las
editoriales?
Porque
conozco muchos rechazos de editoriales a libros geniales, a escritos que te ponían
los pelos de punta. Y ahí siguen, luchando cada día, rotando por cientos de
editoriales a ver si consiguen publicar. Crean blogs, reparten folletos, piden
ayuda.
Eso es para
mí un gran esfuerzo. Eso es para mí un mérito. Que te digan que no eres lo
suficientemente bueno y tú lo sigas intentando a pesar de todo.
Me parece
genial que él sea el apoyo de ella para abrirse camino. Ojalá muchos tuviéramos
esa posibilidad y recibiéramos ese apoyo, pero si me lo permites Risto, esa publicación
derrocha hipocresía por las cuatro esquinas del mensaje.
Referente a la edad sería apropiado citar el concepto de madurez....que tan consciente estan de lo que quieren de la relación y de lo que cada uno por individual puede aportar (sean quienes sean) la pregunta sería...ellos son felices?
ResponderEliminarDos: Creer en nuestro producto.
Te vale lo que digan los demás porque sabes lo que puedes llegar a ser?
¿Crees ciegamente en tu esfuerzo, en el cambio que podría llegar a causar en otras personas?
¿Sueñas constantemente con lo que quieres a tal punto de hacer soñar a otros?
¿Sientes orgasmos sólo de pensar en lo que haces y ni pensar en verlo echó realidad?
....si sientes y haces todo esto,entonces bienvenido al éxito inevitable y espera a que otros se asobren con solo ver tu portada sin imaginar lo profundo de tu contenido.
Cree en ti.