martes, 8 de marzo de 2016

Prisas

Prisas.Siempre vamos con prisas. Siempre con un tiempo justo para hacer las cosas. Cronometrados por dos agujas pequeñas rodeadas de un cristal redondo que casi todo el mundo lleva en la muñeca. 
Y perdemos entre tiempo el valor de lo bonito. Se pierden las nubes del cielo bajo el que corremos a diario para llegar a tiempo allí a donde nos reclaman o simplemente nosotros mismos nos exigimos estar.

Hoy estaba sentada en la estación, esperando al tren que cojo cada día para volver a casa. Hacía dos minutos estaba corriendo como si no hubiera mañana para no perderlo. Prisas, muchas prisas. Para llegar a tiempo. Mirar el reloj y correr más. Pero entonces el tren se va. Son segundos los que me separan de estar dentro como una pasajera más, a estar fuera como una tonta mirando a los que si han llegado a tiempo. Tal vez haya sido mala suerte o tal vez algo quisiera que me quedara allí. Puede que algo tuviera que ocurrir y para ello era necesario perder ese tren y quedarme esperando en la estación. Nunca deberíamos subestimar a los contratiempos.
Y entonces me he sentado a esperar (algo que odio y que no se me da nada bien), pero lo he hecho; y hoy me he dado cuenta de los muchos detalles que nos perdemos por las prisas, por llevar un reloj en la mano, por dejar que el tiempo nos ordene la vida. 
De pronto, he mirado hacia arriba y me he encontrado con el techo de la estación, que por muy simple que parezca el hecho, al final es lo que me ha hecho reflexionar y ha sido la inspiración de este post.
Nunca antes me había parado a mirar el techo y resulta que tiene una decoración curiosa. Decoración que ocupó dedicación y esfuerzo a quien diseñara la estructura de la estación. Persona que esperaría ver reconocido su trabajo tal vez con el disfrute de que alguna persona se hubiera detenido a mirar. 
Pero realmente, y con las miles de personas que pasan por una estación cada día, ¿quién se para a mirar a su alrededor? ¿Quién se fija en el cielo cuando va en el tren de camino a casa en vez de ir mirando su móvil?
Yo hoy lo he hecho y aunque el tiempo apriete, detente a mirar. Porque nunca sabes lo que puedas encontrar en eso que te rodea y que no siempre eres capaz de ver.








 


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