B.
Hola amiga. Hola hermana. Hola chica
de la sonrisa permanente. Hoy escribo aquí para ti. Hoy me desahogo aquí hablando
de ti, porque contártelo a ti ya no puedo. Porque te alejaron sin avisarme. Las
miles de cosas que se nos quedaron atrás por compartir…
Ojalá volver el tiempo atrás, ojalá una de aquellas tardes sentadas en la acera de la calle comiendo esa tarrina de helado de oreo que a las dos nos volvía locas. Ojalá tu aquí conmigo, para poder protegerte, darte ánimos o que llores conmigo y no sola.
Ojalá amiga, porque no sabes la falta que me haces. Lo muy en falta que te hecho.
La de lágrimas que me has secado y que ahora yo no puedo secarte. La de sonrisas que me has obligado a dibujar en mi cara con tus mil locuras. Porque eres la más loca, la de la sonrisa mas radiante, la más fuerte. Y sé que piensas en mí, porque de alguna forma establecimos una conexión entre ambas. Porque por muchos años que pasen no me pienso olvidar de ti. Le hablaré también a todos de ti para que no te olviden, te lo prometo.
Y si no te permiten volver, iré yo a buscarte. Porque luego hablamos de no ser injustos y permitir que las personas crean en la religión que quieran. Pero hay religiones que no. Hay religiones que se merecen la extinción definitiva. Porque ya el dios de tu cultura me ha hecho más daño del bien que pueda hacerme jamás.
Ya van dos meses y aun sigo creyendo que estas en un viaje temporal. Que cuando menos lo espere estarás de vuelta. Apareciendo por mi casa con tu alegría infinita y abrazando a mis padres como has hecho desde el primer día.
Gracias por el cariño hermana, porque a veces sin él no sé que hubiera hecho.
Gracias. Porque me enseñaste que por muy mal que te vaya en la vida, sonreír siempre ayuda. Tu sonrisa infinita. Cuantas veces las he buscado en tus fotos en estos dos meses. Intentando contagiarme de ella.
Todo lo que quería me lo diste. Te hablé de que necesitaba a una persona especial con la que compartirme a mi misma y tú me ayudaste a tenerla. Es con la que hoy comparto mi día a día. Y eso te lo voy a agradecer siempre. Porque mi relación con él siempre me va a recordar a ti.
Te quiero amiga y aquí me tienes para siempre. Que alguna vez que otra te lo dije, pero que todas me parecen pocas. Porque sé que me necesitas. Así que en cuanto me sea posible estaré ahí. No voy a darme por vencida.
Una amistad así siempre está presente. Por más que pasen unos meses, unos años, una vida.
Ojalá volver el tiempo atrás, ojalá una de aquellas tardes sentadas en la acera de la calle comiendo esa tarrina de helado de oreo que a las dos nos volvía locas. Ojalá tu aquí conmigo, para poder protegerte, darte ánimos o que llores conmigo y no sola.
Ojalá amiga, porque no sabes la falta que me haces. Lo muy en falta que te hecho.
La de lágrimas que me has secado y que ahora yo no puedo secarte. La de sonrisas que me has obligado a dibujar en mi cara con tus mil locuras. Porque eres la más loca, la de la sonrisa mas radiante, la más fuerte. Y sé que piensas en mí, porque de alguna forma establecimos una conexión entre ambas. Porque por muchos años que pasen no me pienso olvidar de ti. Le hablaré también a todos de ti para que no te olviden, te lo prometo.
Y si no te permiten volver, iré yo a buscarte. Porque luego hablamos de no ser injustos y permitir que las personas crean en la religión que quieran. Pero hay religiones que no. Hay religiones que se merecen la extinción definitiva. Porque ya el dios de tu cultura me ha hecho más daño del bien que pueda hacerme jamás.
Ya van dos meses y aun sigo creyendo que estas en un viaje temporal. Que cuando menos lo espere estarás de vuelta. Apareciendo por mi casa con tu alegría infinita y abrazando a mis padres como has hecho desde el primer día.
Gracias por el cariño hermana, porque a veces sin él no sé que hubiera hecho.
Gracias. Porque me enseñaste que por muy mal que te vaya en la vida, sonreír siempre ayuda. Tu sonrisa infinita. Cuantas veces las he buscado en tus fotos en estos dos meses. Intentando contagiarme de ella.
Todo lo que quería me lo diste. Te hablé de que necesitaba a una persona especial con la que compartirme a mi misma y tú me ayudaste a tenerla. Es con la que hoy comparto mi día a día. Y eso te lo voy a agradecer siempre. Porque mi relación con él siempre me va a recordar a ti.
Te quiero amiga y aquí me tienes para siempre. Que alguna vez que otra te lo dije, pero que todas me parecen pocas. Porque sé que me necesitas. Así que en cuanto me sea posible estaré ahí. No voy a darme por vencida.
Una amistad así siempre está presente. Por más que pasen unos meses, unos años, una vida.