martes, 22 de agosto de 2017

KILLADAMENTE.
Estoy hasta los ovarios, completa y definitivamente.
Hasta los ovarios de que todo el mundo sepa más que yo, más de mí que hasta yo misma. Que tengan solución para todas las puñeteras cosas y que hagan ver que yo no soy capaz de sacarla.
Hasta los ovarios de que todo el mundo consiga cosas, cuando no las merece. Que no tengan en cuenta tu esfuerzo o tu fracaso y que te tiren sus triunfos de mierda a la cara.
Hasta los ovarios de que me quiten la razón, que me obliguen a callarme.
Hasta los ovarios de ser mala hija, mala nieta, mala amiga, mala novia, mala en todo.
Hasta los ovarios de ser “la sinvergüenza” simple y llanamente por tirar las verdades a la cara. Por no dejarme avasallar y por no conformarme con una vida de mierda como llevan muchos.
Seré la más cobarde del mundo, sí, y también la persona menos firme con sus decisiones que puedas tirarte a la cara. Pero en valores, ideas y actitud poquitas personas me alcanzan.
Estoy hasta los ovarios de estar en medio de dos y siempre ser la que se acaba comiendo el problema sola.
Hasta los ovarios de que malpiensen de mí. Que puedo ser mala, sí. No te haces idea de cuánto. Pero cuando te diga que no estoy siendo mala o haciéndolo mal, me crees y te callas la boca. Porque no vas a saber más de mí tú que yo. Porque es así y punto.
Hasta los ovarios de insultos, de faltas de respeto, de ser “la gorda” y de no tener un lugar donde sentirme completamente a gusto.
Hasta los ovarios de gente falsa, de gente convenida, de gente que hace creer estar y predican sin ejemplo.
¡Que me dejéis sola! A ver si os enteráis de una puñetera vez.
Hasta los ovarios de no saber hacer las cosas mejor, de no valorarme más a mí misma, de no quererme por encima de todo el mundo. Siempre pensando en cómo se verá desde fuera, en “la bronca que me echarán en casa si…”, en la etiqueta que tendré para ti(cualquiera) y hasta para tu madre de las narices.
Hasta los ovarios de ser comprensiva. Atenta. Detallista. Presente. Educada. O bueno, más bien de intentarlo ser porque lo que se dice conseguir… Al final por mucho que hagas nunca es suficiente.
Por eso, si alguna vez me haces sentir mala persona o mala en cualquier papel de mi vida, espera que te grite como mínimo a la cara, a ver si así te queda de una puñetera vez claro que no soy lo que tú estás queriendo ver. Pírate con tu infelicidad y con tus exigencias.
Soy mala selectiva y atenta/o a las consecuencias si me provocas. Se ha desatado la guerra.

viernes, 4 de agosto de 2017

Un trocito de mí
Una chica distinta, que no diferente. Simple y compleja a la vez. Brillante y perezosa a partes iguales. Parca en palabras y espléndida en letras. Sutil pero ambiciosa. Tenaz pero poco hábil. Un cúmulo de matices románticos en una personalidad forjada a base de libros escritos por soñadores. A base de series de adolescentes norteamericanos. A base de películas de amor... Lo que nadie entiende...